Breve
Llegas a casa y dejas de pensar. Sólo te dejas caer y callas. Con algo de suerte unos cuantos monosílabos pueden salirte de la boca. Entras en un estado soporífero inminente.
Ese día fue un calco de los demás. Un día tan igual como los siete de la semana pasada y como los treinta del mes anterior.
Mientras comía un plato de sopa que estaba bastante tibio, Nico, mi hijo, dibujaba un hombre que tenía seis dedos en cada mano y se encontraba, al parecer, en medio de un bosque coloreado de fucsia. Mi esposa, hablaba por el teléfono con alguna amiga. El perro, lamía una pelota rasguñada. El televisor, lanzada la imagen de una pareja que se besaba tiernamente.
Me paré para irme a la cama. Nico se acercó y me mostró su dibujo terminado. “Papi eres tú”, fue lo primero que me dijo. Al tomar la hoja de papel entre mis manos y verla detenidamente, me di cuenta, efectivamente, que el dibujo se parecía mucho a mí pero con la diferencia de que ese hombre, el que había hecho mi hijo, era más real que yo.
4 Comments:
"un estado soporifero inminente". tu lo has dicho
muchas gracias por el comentario de todos modos
de nada alvarock&roll!!!!!!!
A veces imagino que mi vida está en camino a eso... y tengo miedo... pero no pasará... seré feliz... y libre... y feliz.
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